jueves, 4 de junio de 2009

REVOLUCION DEL 4 DE JUNIO DE 1943



EL FIN DE LA

DÉCADA INFAME



Con la Revolución del 4 de junio de 1943 se cierra la tristemente célebre DÉCADA INFAME, en la que el pueblo era sometido al hambre, la miseria, enfermedades sociales, al fraude y la corrupción.

Es derrocado el presidente Castillo por una Junta Militar integrada por los Generales Arturo Rawson, Pedro Ramírez y el Vicealmirante Saba H. Sueyro. El Coronel Juan Domingo Perón es designado Jefe del Estado Mayor de la Primera División del Ejército. La Presidencia queda a cargo del General Arturo Rawson, quien renuncia el 6 de Junio y es reemplazado por el General Pedro P. Ramírez, siendo su Ministro de Guerra el General Edelmiro Farrell y su Jefe de Secretaría, el Coronel Juan Domingo Perón.

Decía el General Ramírez: "Haremos panamericanismo práctico y con el resto del mundo, nuestra política, al presente es de neutralidad, pero no ficticia, sino leal, sincera. Esta Revolución no tendrá el giro que tuvo la del 6 de Septiembre, cumpliremos lo prometido. Por ahora nuestro propósito es sanear, sanear y sanear, después el pueblo y el tiempo dirán lo que debe hacerse".

Y, a pesar que diferentes posiciones se debatían dentro del gobierno, fue el pueblo y sus organizaciones que tendrían un papel relevante en los acontecimientos que se irían desencadenando y un conductor se asomaba así a la historia a partir de su designación como Presidente del Departamento Nacional del Trabajo primero y como Secretario de Trabajo y Previsión, después.

Comenzaba a cambiar la historia, iniciando la era de la política social argentina, el peronismo surgirá de este movimiento de origen militar que tenía raigambre nacional, que evitó la asunción como Presidente de Robustiano Patrón Costas, en un arreglo de los falsos demócratas con la Cámara de Comercio Británica.

Los que opinan que este fue un mero golpe de estado y lo igualan con el del 30 o con la fusiladora del 55 se equivocan. Los acontecimientos del 43 representaron una Revolución auténtica, pues significó en lo interno un verdadero cambio en la estructura anterior que estaba instalada en nuestro país desde su mismo origen, enmarcado en la dominación británica en lo cultural, político y económico y como ya mencionamos, utilizando el fraude y el negociado como instrumento de supervivencia de un cruel sistema, del ESTATUTO LEGAL DEL COLONIAJE, en el decir de don Arturo Jauretche. En lo internacional, la bandera de la neutralidad, la concepción de una América Latina integrada y una nueva mirada del mundo desde lo nacional y con la ideología que surge de las necesidades y realidades de los pueblos sometidos y no de los sometedores.

Finalmente, este proceso desembocó en una de las elecciones más limpias de nuestra historia hasta ese momento, y de él surgiría el movimiento nacional y popular más importante de la América Latina: el Justicialismo.


“Cuando en el año 1943 un grupo de hombres de armas decidimos liberar al país de la dependencia extranjera, haciendo una verdadera Revolución Nacional, debimos enfrentarnos también con un triste y agobiante panorama mundial. En un mundo que venía de soportar una gran guerra, cuyas consecuencias es de todos conocida”.

“Con el alma llena de espíritu patriótico y sin mezquindades de ninguna especie, aquellos revolucionarios del año 1943 lanzamos una Proclama, que yo mismo escribía la noche anterior”.

“Y así nace el Justicialismo, con las mismas frases de la mencionada Proclama Revolucionaria del 4 de Junio de 1943...”

(Mensaje leído en la IV Conferencia de Países No Alineados, realizada en Argelia, del presidente argentino Tte Grl Juan Perón el 7 de septiembre de 1973)



"En la mente de quienes concibieron y gestaron la Revolución del 4 de junio estaba fija la idea de la redención social de nuestra Patria. Este movimiento inicial no fue una "militarada" más; no fue un "golpe cuartelero" más, como algunos se complacen en repetir; fue una chispa que el 17 de Octubre encendió la hoguera en la que habrían de crepitar hasta consumirse, los restos del feudalismo que asomaba por la tierra americana." (...)"Nuestra revolución lanzó una proclama que si todos la leyeron, pocos la meditaron profundamente. Se dijo que nosotros no teníamos plan. Voy a tratar de probar, que nada hemos hecho desorbitadamente, sino que todo estuvo sometido a un plan absolutamente racional, que no ha fallado en un ápice en sus previsiones." (...)

"Fue escrita en un plazo no mayor de quince minutos, a las 10 de la noche del día 3 de junio. Y digo esto, porque si hubiera sido el producto de una madurísima reflexión, probablemente no hubiera reflejado la aspiración que sentíamos; porque las proclamas no han de pensarse, sino que han de sentirse. Tienen como todas las de su género, dentro de su absoluta sencillez, un contenido filosófico que es necesario interpretar. Su texto, está dividido en tres partes."

"Primero, plantea la situación. Después, va directamente a los objetivos, enumerándolos en su contenido político, social, histórico y de política internacional. Finalmente, cierra la misma un mensaje de contenido ético y patriótico."

"El planteo de la situación, comprende cuatro párrafos, en los cuales justifica -digamos así- la intervención de las Fuerzas Armadas en un panorama que por impulso de las circunstancias no corresponde a su misión específica".

"Inmediatamente después de enumerar estos principios, aparece una recomendación a todos los que participaron en esta revolución, reflexión que inexorablemente se ha ido cumpliendo. La defensa de tales intereses -decía- impondrá la abnegación de muchos. Al mencionar esto, recuerdo a los camaradas que han sufrido o que han quedado al borde del camino, porque no tuvieron la visión o la resistencia suficiente para seguir adelante".

("Yo Perón". Enrique Pavón Pereyra, 1993, editorial MILSA).




La semántica de la verdad

El 4 de Junio de 1943, la Patria argentina vivió un amanecer. Un nuevo sol alumbró a todos los argentinos; se iniciaban los diez años más fecundos de nuestra vida nacional. Cuarenta años después la traición y la mentira de la dirigencia política y gremial –neovandorista, menemista, duhaldista, ruckaufista o como se le quiera denominar- generan el dudoso “milagro” de retrogradarnos a los tiempos de la Década infame, instaurando un nuevo coloniaje, servido por cipayos deleznables.

Para que cada argentino y peronista medite sobre el accionar nefasto de este poder oligárquico, hoy adueñado nuevamente de la Argentina , reproducimos la PROCLAMA que sintetiza los objetivos de aquel Movimiento cívico-militar, cuna de la más grande e incruenta revolución política, cultural y social de América Románica: la revolución peronista. Surgida del corazón y la inteligencia del Coronel Juan D. Perón, dice:


PROCLAMA

4 de junio de 1943

Al pueblo de la República Argentina :

Las Fuerzas Armadas de la Nación , fieles y celosas guardianas del honor y tradiciones de la patria, como asimismo del bienestar, los derechos y libertades del pueblo argentino, han venido observando silenciosa, pero muy atentamente las actividades y el desempeño de las autoridades superiores de la Nación.

Ha sido ingrata y dolorosa la comprobación. Se han defraudado las esperanzas de los argentinos, adoptando como sistema le venalidad, el fraude, el peculado y la corrupción.

Se ha llevado al pueblo al escepticismo y a la postración moral, desvinculándolo de la cosa pública, explotada en beneficio de siniestros personajes movidos por la más vil de las pasiones.

Dichas fuerzas, conscientes de la responsabilidad que asumen ante la historia y ante su pueblo cuyo clamor ha llegado hasta los cuarteles– deciden cumplir con el deber de esta hora: que les impone Salir en defensa de los sagrados intereses de la Patria.

La defensa de tales intereses impondrá la abnegación de muchos, porque no hay Gloria sin sacrificio.

Propugnamos la honradez administrativa, la unión de todos los argentinos, el castigo de los culpables y la restitución al Estado de todos los bienes mal habidos.

Sostenemos nuestras instituciones y nuestras leyes, persuadidos de que no son ellas, sino los hombres quienes han delinquido en su aplicación.

Anhelamos firmemente la unidad del pueblo argentino, porque el Ejército de la patria, que es el pueblo mismo, luchará por la solución de sus problemas y la restitución de derechos y garantías conculcados.

Lucharemos por mantener una real e integral soberanía de la Nación ; por cumplir firmemente el mandato imperativo de su tradición histórica; por hacer efectiva una absoluta, verdadera y leal unión y colaboración americana y cumplimiento de los pactos y compromisos internacionales.

Declaramos que cada uno de los militares, llevado por las circunstancias a la función pública, se compromete bajo su honor:

- A trabajar honrada e incansablemente en la defensa del honor, del bienestar, de la libertad, de los derechos y de los intereses de los argentinos;

- A renunciar a todo pago o emolumento que no sea el que por su jerarquía y grado le corresponde en el Ejército;

- A ser inflexibles en el desempeño de la función pública, asegurando la equidad y la justicia de los procedimientos;

- A reprimir de la manera más enérgica, entregando a la justicia no sólo al que cometa un acto doloso en perjuicio del Estado, sino también a todo el que, directa o indirectamente, se preste a ello;

- A aceptar la carga pública con desinterés y obrar en ella sólo inspirados en el bien y la prosperidad de la patria.


Afiche que recuerda la asunción del General Perón en

1946 el 4 de Junio, coincidiendo con la fecha de la Revolución de 1943





Marcha patriótica argentina dedicada a la Revolución del 4 de junio de 1943 que fue el origen del Movimiento Peronista.
Autores: Francisco y Blas Lomuto. Orquesta de Francisco Lomuto. Cantan Alberto Rivera y Carlos Galarce. 5/6/1944.
Un documento histórico.






Revolución del 4 de junio de 1943
Ofrecemos aqui un extracto del documental "17 de Octubre, el Despertar de un Pueblo" que la empresa RAM-Multimedia produjera para el CEDICAP, en 2008. Producido con material exclusivo del Archivo General de la Nación.


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